Baratos y siempre disponibles

La explotación de los trabajadores de Europa Central y Oriental no sólo se produce en los campos de tulipanes: en el sector de los servicios también encontramos checos o polacos que cobran un sueldo bajo, a los que se les ofrece un alojamiento deficiente y que trabajan hasta 20 horas al día con contratos poco fiables. Y las agencias de trabajo temporal que les emplean afirman que actúan de buena fe.

Publicado en 5 noviembre 2013 a las 12:47

Un minibús blanco de la agencia de trabajo temporal Werk & Ik está aparcado delante de una fila de garajes en una zona industrial de Osdorp [un distrito de Ámsterdam]. Al parecer, uno de ellos sirve de alojamiento para la mano de obra temporal checa de Werk & Ik.
Una mujer muestra las habitaciones: cinco cubículos hechos con paneles de madera, cada uno con camas superpuestas. Un fluorescente ilumina todo el local, incluso allí donde la gente desea dormir. No hay ventanas, ni ventilación. “Según algunos cálculos, alrededor de 100.000 checos, polacos y otras personas originarias de Europa Central y Oriental trabajan en estas condiciones en Países Bajos”.

Werk & Ik, cuya cifra de negocio llega a los 12 millones de euros, trabaja con checos, sobre todo en Schiphol, donde limpian los aviones y se ocupan de los equipajes. ¿Les pagan lo suficiente a estos trabajadores temporales por su trabajo? No, según George, estudiante y operario de mantenimiento checo. Henry Stroek, responsable del sindicato nacional CNV, señala que George no recibió su prima de vacaciones en 2012. Es decir, un 16,3% del sueldo, que no se ha llegado a pagar. “Eso es mucho dinero, sobre todo para alguien que gana el salario mínimo”, comenta Stroek. Ivan Karels, director y propietario de la agencia de trabajo temporal, reconoce que varios checos no han recibido su prima de vacaciones. “Es algo que se nos ha pasado. Pero ahora estamos más atentos a estos aspectos”.
Werk & Ik promete en su sitio web de contratación en checo Werkczeck.cz un sueldo por hora neto de 5 euros, independientemente de la edad. Según Stroek, las nóminas de George muestran que durante un año se pagó el sueldo bruto anunciado, con los suplementos correspondientes al trabajo de noche, pero no el otro año.

Sin nóminas

Rewiesh Jibodh, asesor de la agencia de trabajo temporal, que trae a los checos a Países Bajos para trabajar para Werk & Ik y que se encarga de la planificación del trabajo, tiene una explicación: “Evidentemente, las horas no siempre se corresponden con la realidad. Cuando alguien se pone enfermo y su sustituto no está en la lista, lo que sucede es que las horas trabajadas se incluyen en el recuento del trabajador enfermo. Pero siempre corregimos los errores después”.
Otro problema es que los trabajadores temporales no reciben sus nóminas, algo que es obligatorio por ley. George no las ha recibido hasta hace poco, cuando estaba dispuesto a marcharse de Países Bajos y amenazó con llamar a un abogado. “Las pierden o las tiran”, afirma Jibodh. “Lo único que conseguimos es malgastar papel. No veo cuál es el interés”. Las nóminas deberían estar disponibles a través de Internet, pero los trabajadores temporales entrevistados no han obtenido ni un nombre de usuario, ni una contraseña. En este caso, Karels admite que esto también se les ha pasado.

Werk & Ik además deduce ciertos costes. Por ejemplo, la agencia retiene del sueldo unas sumas por los gastos ocasionados, incluso cuando las personas no incurren en ellos. La principal deducción es la relativa a los gastos de alojamiento: 2,50 euros por hora trabajada, indica el contrato de trabajo. Por lo tanto, durante la temporada alta en verano, [[los checos pagan entre 120 y 150 euros a la semana por una cama superpuesta en el garaje]], que según el Ayuntamiento de Ámsterdam no se puede utilizar con fines de vivienda. El pasado lunes, llegaron unos inspectores e hicieron desalojar el lugar. “Muy peligroso”, se indicaba en el informe, que utilizaba el término de “explotación”.
“Respetamos las normas en vigor en materia de alojamiento. En el garaje no es el caso, no lo voy a negar. Pero fueron los propios jóvenes los que quisieron quedarse en él. Tengo suficientes lugares de alojamiento, pero se quedan vacíos, así de sencillo”, afirma Ivan Karels.
“Una empresa puede deducir por el alojamiento como máximo 68 euros a la semana cuando se trata de una persona que gana el salario mínimo. Lo que hace Werk&Ik es algo parecido al robo”, se indigna Stroek, del CNV. “Efectivamente, somos culpables de realizar estas retenciones”, reacciona Karels. “Pero no tenemos malas intenciones. Simplemente soy un empresario que trabaja duro y que quiere crecer rápidamente. Crecer conlleva inevitablemente ciertos inconvenientes. Pero vamos a solucionar los problemas de todos”. Afirma además que esas cantidades cubren otros costes: energía, agua, Internet y el chófer que les lleva y les trae al trabajo.

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Un día libre al mes

También se producen irregularidades en lo que respecta a las horas de trabajo legales. Tomemos como ejemplo el tiempo de trabajo del chófer Pavel, que durante más de un año ha transportado a otros checos a sus trabajos. Su jornada laboral era fácilmente de veinte horas. En cuanto a George, el operario de mantenimiento, se dio cuenta al ver sus nóminas que durante el mes de agosto sólo había tenido una jornada de descanso.
Tras una jornada laboral, un operario de mantenimiento tiene derecho a 10 horas de descanso sin interrupción y después de una semana, a 36 horas según la ley.

Karels también lo reconocía: “En algunos casos no hemos prestamos suficiente atención”. Jibodh, el director, explica que su empresa lo único que ha querido hacer es responder a las demandas de los trabajadores. “Los checos me suplican trabajar más”, comenta. “Siempre les pregunto si desean realizar un servicio complementario”. Sin embargo, cuando un compañero de George, tras haber pasado un año prestando servicios de noche, solicitó si podía tener otros horarios, la respuesta que obtuvo fue: [[“¿Quieres regresar a tu país? Porque te puedes marchar cuando quieras”]].

Sorprendentemente, Werk & Ik, que entre su clientela habitual cuenta con grandes empresas como KLM, posee un certificado de la Stichting Normering Arbeid (Fundación para la Normalización del Trabajo). Dicha organización vela por el respeto de los salarios mínimos legales. En mayo de 2013, la agencia de trabajo temporal obtuvo incluso la renovación de su certificado.

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