Cómo el euro dividirá Europa

Las discutibles reformas de la eurozona podrían mejorar la estrategia de la moneda única para capear las crisis financieras, pero probablemente ahondarían en la división de la Unión Europea dando lugar a un núcleo duro (la eurozona) y el resto, según argumenta un columnista polaco.

Publicado en 17 octubre 2011 a las 14:09

En los últimos días, en Bruselas se evoca a menudo la historia de Polonia. No del periodo del fin del comunismo, ni de la exitosa transición hacia una economía de mercado, sino sobre todo del periodo de "libertad dorada" de la nobleza polaca del siglo XVII. "¡No olviden el Liberum Veto polaco! Que la suerte de una comunidad dependa únicamente de una sola voz disidente condujo al desmoronamiento de la República de Polonia" [en 1795], advirtió Guy Verhofstadt, diputado europeo y antiguo primer ministro belga.

Se ha producido un cambio de orientación. De la admiración en torno al principio europeo de "todos iguales", encarnado en la unanimidad que hasta ahora se aplicaba a la mayoría de las decisiones europeas más importantes, se ha pasado a establecer perversas comparaciones con respecto a la forma desnaturalizada de la democracia aristocrática. Este giro manifiesta ante todo los problemas que ha planteado la ratificación de la reforma del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) por parte de los 17 países de la unión monetaria. De esta reforma depende la suerte de Grecia y de los bancos europeos que necesitan ayuda financiera.

Si en un primer momento los Países Bajos y Finlandia amenazaban la propia ratificación, al final fue la primera ministra eslovaca Iveta Radicová quien fue derrocada en el campo de batalla legislativo cuando el Parlamento eslovaco rechazó el FEEF el 11 de octubre. Siembra vientos y recoge tempestades, podría decirse, porque la propia Radičová ha estado cultivando el sentimiento antieuropeo a lo largo del último año, subrayando en sus regañinas la excesiva generosidad de Bruselas hacia Grecia. Ella misma explicó en Bruselas que los propios griegos eran los culpables de su situación y que debían apretarse más el cinturón, en lugar de pedir dinero.

Barroso pierde influencia

A pesar de que Eslovaquia recibirá más de 8.000 millones del presupuesto de la UE durante el periodo 2007-2013 (una cantidad superior a la garantía que Bratislava aporta al FEEF), Radičová ensalzó el mito sobre el trabajo constante de los eslovacos que, como las hormigas, no poseen nada que no se hayan ganado por sí mismos. En Bruselas, el caso de Bratislava alimenta el debate sobre la abolición de la regla de unanimidad durante las votaciones sobre el fondo de rescate y sobre las propuestas de ajustar el peso del voto de un país (sobre asuntos económicos) a su contribución financiera en el rescate de Europa de la crisis.

Recibe lo mejor del periodismo europeo en tu correo electrónico todos los jueves

Hasta el momento, todo esto se ha hecho de manera informal en las cumbres entre el presidente Nicolas Sarkozy y la canciller Angela Merkel, que han dado pie a las reformas económicas más importantes y que después aprueban el resto de países de la eurozona (o el conjunto de los de la UE si los tratados así lo exigen). Cuando Francia y Alemania no consiguen llegar a un acuerdo, se oyen protestas ante la falta de liderazgo en Europa; si, por el contrario, lo logran, se critica sistemáticamente que se imponen al resto.

Incluso el primer ministro italiano, Franco Frattini, se sumó a las críticas cuando se manifestó en contra de la reciente cumbre entre Merkel y Sarkozy en la que “el resto de Europa no supo de qué hablaron, ni de qué se trataba". Conseguir limar las asperezas respecto al peso de los Estados miembros en el foro de la UE sería la misión de la Comisión Europea. Pero su jefe, José Manuel Durao Barroso, pierde constantemente influencia en beneficio del presidente del Consejo Europeo [que reúne a los jefes de Estado y de Gobierno], Herman Van Rompuy. Este último es un maestro indiscutible de la diplomacia de pasillos, moviéndose entre las grandes capitales, persiguiendo un compromiso al margen de los procedimientos de la UE y lejos de la Comisión Europea. #### Decisiones económicas fuera del marco de los tratados

Van Rompuy debería presidir en breve las cumbres periódicas de la zona euro (pues Berlín y París aprobaron su candidatura en agosto), al convertirse en el superior jerárquico del jefe del Eurogrupo (los ministros de Finanzas de la zona euro), Jean-Claude Juncker. Además, conforme a los deseos de franceses y alemanes, a este grupo pronto se le sumará un equipo de consejeros permanentes y una secretaría.

"La Comisión Europea es, y debe seguir siendo, el gobierno económico de la UE", subrayó recientemente Barroso. El portugués teme que las nuevas instituciones vinculadas al Eurogrupo vayan asumiendo poco a poco las prerrogativas de la Comisión y transfieran las decisiones económicas fuera del marco de los tratados europeos.

París, por el contrario, se muestra satisfecho con un futuro refuerzo de su influencia dentro del estrecho círculo de los países del euro, sin los británicos y sin numerosos países de Europa central que, en materia de política económica, por lo general comparten posiciones más próximas a Berlín.

La reforma de la zona euro, cuyo diseño final se perfilará en los próximos días, aumentará la resistencia de Europa ante los avatares económicos, pero ahondará aún más en la división entre el núcleo duro (la zona euro) y el resto de países de la Unión Europea, incluida Polonia. No obstante, teniendo en cuenta la crisis galopante en que estamos sumidos, no estaría bien visto protestar contra ella.

Soberanía

Algunos europeos son más iguales que otros

“La soberanía está bien, pero el socio más pequeño de la Unión no puede bloquear las acciones de la UE. Excepto que se trate de uno de los socios mayores, Reino Unido, Francia o Alemania, en cuyo caso el veto es aceptable". Con este comentario irónico abre un columnista de la Dziiennik Gazeta Prawa después de que el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, denunciase que era “inaceptable” el rechazo inicial del Parlamento eslovaco al plan de rescate para los países más endeudados de la eurozona.

El columnista critica que mientras Eslovaquia se ve expuesta públicamente, ningún político europeo de renombre se manifiesta acerca de "la irresponsabilidad de Reino Unido cuando bloquea los impuestos en las transacciones financieras". Tampoco se regañó a los franceses o a los holandeses cuando rechazaron en referéndum la Constitución de la UE. "Los eslovacos también tienen derecho a dudar si la crisis de la deuda debe resolverse incurriendo en una mayor deuda. No se trata de una cuestión de un demente o de un populista [...] Jose Manuel Durao Barroso y gente de su ralea deberían aceptar que, a pesar de las circunstancias, Eslovaquia tiene soberanía y un voto".

Tags
¿Te ha gustado este artículo? Nos alegra mucho. Se encuentra disponible para todos nuestros lectores, ya que consideramos que el derecho a la información libre e independiente es esencial para la democracia. No obstante, este derecho no está garantizado para siempre, y la independencia tiene su precio. Necesitamos tu apoyo para seguir publicando nuestras noticias independientes y multilingües para todos los europeos. ¡Descubre nuestras ofertas de suscripción y sus ventajas exclusivas y hazte miembro de nuestra comunidad desde ahora!

¿Eres un medio de comunicación, una empresa o una organización? Consulta nuestros servicios editoriales y de traducción multilingüe.

Apoya el periodismo europeo independiente

La democracia europea necesita prensa independiente. Voxeurop te necesita a ti. ¡Únete a nosotros!

Sobre el mismo tema