Para The Wall Street Journal, el anuncio de las negociaciones comerciales es el resultado del trabajo realizado durante meses entre bambalinas por los diplomáticos británicos que han peleado tanto para asegurar el apoyo al acuerdo comercial como para garantizar el impacto diplomático que supone para el primer ministro de Reino Unido, David Cameron, dado que es el anfitrión de los líderes del G8 en Irlanda del Norte. El diario económico publica:
Para Cameron, el Acuerdo Transatlántico de Comercio e Inversión (TTIP) es mucho más que un mero acuerdo comercial. Es fundamental para su campaña de reconciliación del Reino Unido con su pertenencia a la UE antes del referéndum que ha prometido para 2017. [...]Cameron cree que si se concluye con éxito el TTIP, se reducirá en gran medida la presión que sufre para conseguir una renegociación completa de las condiciones de la pertenencia británica antes de 2017.
Para Die Welt el acuerdo sobre la zona de libre comercio entre la UE y los Estados Unidos “beneficia ante todo a los estadounidenses”. Según un estudio del instituto de opinión Ifo, realizado por encargo de la Fundación Bertelsmann, que analiza las consecuencias en 126 Estados de constituir esa zona de libre comercio, su puesta en marcha:
permitiría crear 1,1 millones de empleos suplementarios en los Estados Unidos e incrementar en un 13,4% el PIB real per cápita. Sin embargo, también podría perjudicar a los países no-miembros de la zona, porque se importaría menos desde esos países. Perjudicaría especialmente a los socios comerciales tradicionales de Estados Unidos, concretamente a Canadá y México, cuyos ingresos per cápita podría reducirse de media un 9,5% y un 7,2% respectivamente.
El Frankfurter Allgemeine Zeitung especifica que a raíz de este acuerdo el intercambio comercial en el seno de la UE también disminuirá:
El volumen de intercambio comercial entre Alemania y los países del sur de Europa bajará en un 30% [...] y el que hay entre Alemania y Francia, un 23%, […] mientras que se duplicará el que existe con los Estados Unidos. [Así que] la unión aduanera [puesta en funcionamiento por la UE en 1968] se verá devaluada.
Por su parte el Tageszeitung comparte la inquietud de una asociación de 22 ONG sobre las consecuencias de la apertura del mercado europeo para el acervo en materia de protección del consumidor en Europa.
Carne de pollo desinfectada con agua de lejía, terneras clonadas y productos alimenticios modificados genéticamente, esos son algunos de los peligros que acechan al consumidor europeo.