El partido del primer ministro saliente Kyriakos Mitsotakis, Nueva Democracia (ND, derecha), encabezó claramente las elecciones legislativas griegas del 21 de mayo, con un 40,79 % de votos a favor. Como resultado, obtuvo 146 escaños de 300 en el Parlamento, es decir, doce menos que en las elecciones pasadas — una pérdida insignificante, tomando en cuenta que el partido logró desmentir los sondeos con una ventaja más que holgada (20 puntos con respecto a SYRIZA, que quedó en segundo lugar) y sobrevivir a varios incidentes que han perjudicado su reputación en estos últimos años, empezando por el reciente accidente ferroviario de Larisa.
Ahora Mitsotakis tendrá la ardua labor de formar un gobierno sin una alianza con sus principales adversarios de izquierda. De no lograrlo, se deberá convocar a un segundo escrutinio, cuyo ganador recibiría una prima de cincuenta escaños, lo que garantizaría una mayoría absoluta para Nueva Democracia en caso de una victoria.