Uno de los espacios del Memorial de la Shoah, en París.

La Shoah, el recuerdo en movimiento

El Memorial de la Shoah de París, uno de los mayores centros mundiales de documentación de la memoria judía, aumenta sin cesar sus archivos. Con el cambio generacional de las familias, éstas tienden a entregar más objetos.

Publicado en 21 octubre 2010
Uno de los espacios del Memorial de la Shoah, en París.

Llegan por correo postal, sin remitente ni carta de acompañamiento, o salen amarillentas e incluso arrugadas de cajas olvidadas en el fondo de un desván durante varios decenios, se venden por Internet… Cerca de un millón de documentos sobre la suerte que corrieron los judíos durante la Segunda Guerra Mundial se amontonan cada año en el Memorial de la Shoah, en el barrio de Le Marais, en París.

No todos tienen la dimensión histórica y mediática de laspáginas dactilografiadas y corregidas por la dura mano de Pétain [jefe de Estado francés durante la ocupación nazi del 11 de julio de 1940 al 20 de agosto de 1944], publicadas recientemente por el Memorial: el proyecto de ley sobre el estatuto de los judíos, autentificado a comienzos de octubre, que pone de manifiesto la función determinante del mariscal en la creación de este estatuto, así como su antisemitismo, algo que se discutía desde hacía tiempo en Francia. Pero un año tras otro, son testigos de los detalles de la historia de cientos de miles de familias, víctimas del nazismo. Es una de las principales razones de ser del Memorial.

El camino recorrido por estos documentos o de estas fotos, vendidos o regalados, a veces es misterioso, otras incluso errático. En algunos casos ha sido necesario superar una generación para que las familias se presten a depositar en los archivos públicos su pasado, lleno de dramas o, a veces, teñido de un sentimiento de vergüenza.

"Hoy vivimos un cambio generacional", explica Serge Klarsfeld. El conocido abogado, que ha buscado y perseguido junto a su esposa a los criminales de guerra, también es vicepresidente del Memorial. "Los últimos testigos llegan al final de sus vidas y se vuelven hacia el pasado".

Recibe lo mejor del periodismo europeo en tu correo electrónico todos los jueves

Investigando de puerta en puerta

Este periodo clave hace que surjan numerosos documentos que los archivistas buscan activamente. A lo largo de los años, Serge Klarsfeld ha realizado una serie de investigaciones y publicaciones. De los múltiples armarios de su apartamento-museo, salen miles de fotos de niños deportados, fruto de una recopilación obsesiva y desgarradora por todo el mundo.

Objetos fabricados en los campos de concentración, correspondencias, fotografías: el Memorial parisino y sus 80 miembros recopilan todo lo que permita a las familias reconstruir con precisión el destino de sus miembros y a los investigadores escribir la Historia. Sin embargo, muchos de éstos se lamentan de esta "privatización" de las piezas que no llegan a los Archivos nacionales.

Durante mucho tiempo, los libreros de viejo y los anticuarios han sido fuentes prolijas de materiales y los mercados de segunda mano siguen siendo el origen de numerosos hallazgos.

Pero los investigadores del Memorial, uno de los tres centros más importantes del mundo de documentación sobre la Shoah, junto a Yad Vashem y el centro federal de Washington, también publican numerosas campañas por correo o anuncios en grandes periódicos internacionales. Los archivistas realizan incluso campañas de puerta a puerta. "Lo hemos hecho hace poco en Drancy", explica Karen Taieb, responsable de los archivos del Memorial desde hace diecisiete años. "Al observar el plano, nos dimos cuenta de que las viviendas no estaban lejos del campo. Buscábamos testimonios orales o escritos".

eBay, nuevo mercado

La historia también se ha convertido en un auténtico mercado, e Internet rebosa de piezas de todo tipo, que se intercambian sobre todo a través de eBay. Los coleccionistas de sellos, que amontonan cartas, revenden sus contenidos en el sitio web, correspondencias, tarjetas postales que relatan un momento del pasado.

En este nuevo mercado, los carteles son los más cotizados: a menudo es necesario desembolsar varios miles de euros para adquirir uno. El Memorial, que gasta más de 200.000 euros al año en recopilar y restaurar los documentos, ha reunido muchos de ellos. La búsqueda es como un pozo sin fondo.

En el "muro de los nombres", construido a la entrada del Memorial, se tacha, se añade o se corrige constantemente la lista de las víctimas de la Shoah. Con esta abundancia de datos, los investigadores de la historia siguen esperando encontrar la clave, la foto o el documento con el que tener la conciencia tranquila.

"Seguimos sin comprender por qué actualmente sólo existe una foto de la redada del Velódromo de Invierno", el mayor arresto masivo de judíos en Francia. Entre el 16 y el 17 de julio de 1942, 13.152 judíos, de los cuales 4.051 eran niños, fueron detenidos por las autoridades francesas y luego deportados. "Sólo sobrevivieron 25 adultos", explica Jacques Fredj, director del Memorial. Es imposible, tiene que haber más en algún lugar. Seguimos buscando".

¿Aprecias nuestro trabajo?

Ayúdanos a sacar adelante un periodismo europeo y multilingüe, en acceso libre y sin publicidad. Tu donación, puntual o mensual, garantiza la independencia de la redacción. ¡Gracias!

¿Eres un medio de comunicación, una empresa o una organización? Consulta nuestros servicios editoriales y de traducción multilingüe.

Apoya un periodismo europeo sin fronteras.

Haz una donación para reforzar nuestra independencia

Artículos relacionados