Noticias Lo que le espera a la UE (1/4)

La sucesión de Barroso ya ha comenzado

¿Quién será presidente de la Comisión Europea tras las elecciones de mayo de 2014? Ya circulan varios nombres en los principales partidos políticos. Pero aún queda mucho de campaña y habrá que esperar a las elecciones alemanas para conocer mejor el equilibrio de fuerzas en la UE.

Publicado en 2 septiembre 2013 a las 12:15

¿Quién será presidente de la Comisión Europea tras las elecciones de mayo de 2014? Ya circulan varios nombres en los principales partidos políticos. Pero aún queda mucho de campaña y habrá que esperar a las elecciones alemanas para conocer mejor el equilibrio de fuerzas en la UE.

Las candidaturas comienzan a tomar forma. La lucha en sí misma será intensa y sus implicaciones muy serias ya que las elecciones legislativas europeas de 2014, comparadas con las anteriores y según la mayoría de analistas políticos bruselenses, implicarán cambios importantes. Sobre todo en el equilibrio tradicional relacionado con la presencia de los grandes partidos que hasta ahora han dominado la escena política en la Unión Europea.

Un resultado en el que influirán los cambios generados por la crisis económica en de la opinión pública, así como la aparición de un fenómeno de mayor desconfianza con respecto a la capacidad de gobernar de la actual clase política. Por consiguiente, podemos esperar que surjan algunos pequeños partidos con un discurso euroescéptico, incluso antieuropeo, cuyo objetivo incluso puede que sea crear una minoría de bloqueo en el Parlamento Europeo.

Esta posibilidad teñiría de incertidumbre el proceso legislativo, así como las relaciones entre el Parlamento, la Comisión y el Consejo Europeo. La respuesta de los partidos tradicionales puede consistir, como es el caso en este momento, en propuestas creíbles para la función clave en el juego europeo, la del presidente de la Comisión Europea. [[La elección es tan importante, que en los pasillos ya se plantea la posibilidad de una modificación del Tratado de Lisboa, para que la función en cuestión se pueda confundir con la del presidente del Consejo Europeo]].

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Posición similar a la del presidente de EEUU

De este modo, la posición europea resultante sería similar, en términos de poder y de influencia, a la del presidente de Estados Unidos. Pero, repito, se trata únicamente de una idea que circula en los pasillos del poder.
Veamos por tanto las cartas que tenemos en este momento y cuáles son los nombres propuestos, anunciados por Joseph Daul, jefe de fila del grupo PPE del Parlamento Europeo, en una entrevista concedida a un diario polaco. Cabe recordar que desde este año, se decidió que cada grupo político podía nombrar a sus propios candidatos. Por consiguiente, ya tenemos un nombre para los socialistas, Martin Schulz, (actual presidente del Parlamento Europeo).

Por su parte, el PPE [Partido Popular Europeo, de derecha], aún no se ha pronunciado. En cambio, dos comisarios europeos, Viviane Reding y Michel Barnier, ya se han presentado a la carrera, al igual que el primer ministro sueco, John Fredrik Reinfeldt.

Lo interesante de la lista de Joseph Daul, es el nombre del actual presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso… o más bien su ausencia (aunque esta omisión no signifique un alejamiento definitivo). También llama la atención que no se encuentre el primer ministro polaco Donald Tusk, que mencionó que no se presentaría como candidato, eliminando así cualquier especulación sobre la posible presencia de un candidato de derecha procedente de los países de Europa del Este.

Garante de la zona euro

Por otro lado, es bastante probable, en el caso más que previsible de la victoria de Angela Merkel en septiembre, que el mensaje de Alemania no sea a favor de Schulz. En este contexto, la derecha deberá por lo tanto elegir entre Viviane Reding y John Fredrik Reinfeldt, unas candidaturas fácilmente aceptables y que se pueden apoyar en el Parlamento Europeo. Otra candidatura creíble y aún más sencilla de apoyar es la del francés Michel Barnier, con una trayectoria de éxito en la constitución del mercado único y el recuerdo de su impecable contribución como negociador del Tratado de Niza.

[[En realidad, todo el mundo está a la espera de los resultados de las elecciones en Alemania, pues es evidente que influirán en el desarrollo de las futuras negociaciones y posicionamiento de las fuerzas en la política europea]]. Porque Alemania sigue siendo la única fuerza económica garante de la eurozona, tras el débil rendimiento francés de la era del socialista François Hollande.

Por otro lado, atravesamos un periodo en el que los países miembros empiezan a plantear propuestas creíbles para los puestos de comisarios europeos. Aunque, como es evidente, los nombres responden a los intereses de los equipos políticos en el Gobierno, por suerte algunos de ellos también son especialistas renombrados en su ámbito.
Y queda aún una última posibilidad: ¿y si, contra todo pronóstico, el señor Barroso se presentara de nuevo y ganara un tercer mandato? Entonces todos los juegos volverían a comenzar desde cero y seguiríamos como si no hubiera pasado nada.

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