Maastricht, la ciudad holandesa que llegó a simbolizar la apertura de fronteras en Europa, puede que esté a punto de volverlas a cerrar, tras haber ganado la primera fase de una batalla legal con la que intenta evitar que se venda cannabis a los extranjeros en sus 'coffee shops', que cuentan con licencia para ello. Miles de "turistas de la droga" llegan a diario a la pintoresca ciudad fronteriza, tal y como informa el International Herald Tribune. Las autoridades, preocupadas ante el aumento de la delincuencia, acudieron al Tribunal de Justicia Europeo para que se restringieran las ventas de cannabis a los residentes de Holanda. Mientras, Alemania pretende legalizar el "cannabis con prescripción médica", como titula el diario Tageszeitung. Señala además que los fármacos basados en cannabis se recetarán como analgésico a pacientes con cáncer y a personas con esclerosis múltiple.
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