“El colapso de Bielorrusia”, titula Gazeta Wyborcza. El país de Europa del Este está a punto de sufrir una crisis económica, revela el diario de Varsovia, tras haber sido privado de los fondos extranjeros después de la violenta ofensiva del presidente, Alexander Lukashenko, contra la oposición durante las elecciones de 2010, la cual se ha ido intensificando desde el atentado que tuvo lugar en el metro el día 11 de abril en Minsk.“Los bielorrusos están comprando divisas extranjeras, azúcar, harina y trigo”, por un “pánico en el mercado” fomentado por los rumores de una inminente devaluación de la moneda nacional. Ante esto, la capacidad de maniobra de Lukashenko es muy limitada, señala Gazeta, porque tanto Occidente como Rusia “lo tienen arrinconado y le han impuesto unas condiciones muy duras”. A cambio de ayuda financiera, se dice que Moscú desea participaciones en las “empresas más atractivas de Bielorrusia”, incluidos gasoductos, fábricas de coches y fertilizantes. A pesar de eso, Rusia es la última esperanza para el régimen de Minsk. Sin embargo, según el anterior ministro de Economía ruso, Yevgeny Yasin, “Moscú sólo ayudará a Lukashenko hasta que encuentre a alguien que le sustituya”.
Desde la década de 1980 y la financiarización de la economía, los actores financieros nos han mostrado que los vacíos legales esconden una oportunidad a corto plazo. ¿Cómo terminan los inversores ecológicos financiando a las grandes petroleras? ¿Qué papel puede desempeñar la prensa? Hemos hablado de todo esto y más con nuestros investigadores Stefano Valentino y Giorgio Michalopoulos, que desentrañan para Voxeurop el lado oscuro de las finanzas verdes; hazaña por la que han sido recompensados varias veces.
El evento >