Elige un idioma
En 1937, Pablo Picasso, considerado uno de los mejores pintores de la historia, dijo después de visitar una exposición en París: "Me inclino ante el milagro artístico de esta brillante ucraniana". Se refería a la pintora folklórica Maria Prymachenko y a sus pinturas de género naíf.
Ochenta y cinco años después, el 26 de febrero, una colección de 25 de sus obras casi se quema cuando el ejército ruso abrió fuego contra un museo de Ivankovo, una localidad del óblast (región) de Kiev. El resto de exposiciones del museo, como las obras de la bordadora ucraniana Hanna Veres, no sobrevivieron al incendio.
"Putin quiere destruir la cultura y el patrimonio europeos, quiere borrarlos de la faz de la tierra", afirmó el ministro de cultura de Ucrania, Oleksandr Tkachenko, a principios de marzo. Desde el inicio de la invasión a gran escala por parte del Kremlin, se han destruido cientos de lugares que forman parte del patrimonio cultural del país y se han robado miles de objetos históricos únicos.
Desde el 27 de mayo, el Ministerio de Cultura ha registrado 367 crímenes de guerra contra el patrimonio cultural de Ucrania, incluyendo la destrucción de 29 museos, 133 iglesias, 66 teatros y bibliotecas, e incluso un cementerio judío centenario. Este está situado en Hlukhiv, en el óblast Sumy, y era un lugar de peregrinación para los judíos. Fue destruido por dos misiles rusos el 8 de mayo.
Olha Honchar, cofundadora del Centro de Museos en Crisis comentó a Bloomberg: "Los rusos pretenden destruir nuestra cultura como parte de nuestra identidad, como algo que diferencia a Ucrania de Rusia. El mundo ya sabe que Rusia bombardea museos, archivos y teatros a propósito".
