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En lo que va de crisis europea, y de pronto son años, Alemania ha protagonizado un liderazgo mezquino, plagado de cálculos políticos, de dogmatismo ideológico y de negativas a diestro y siniestro: la recesión se ha instalado en el Sur para mucho tiempo, en parte por la digestión de los últimos años de expansión descontrolada, en parte por esos rescates que suponen solidaridad de segunda división y por las políticas de recortes estrictos (peligrosamente estrictos) que ha impulsado Berlín con el sindiós de la austeridad expansiva. Esa magia tenía que devolver la confianza a la eurozona, pero ha metido al euro en una crisis existencial. Y sin embargo los tiempos están cambiando.
La canciller Angela Merkel, el ministro Wolfgang Schäuble y el presidente del banco central alemán, Jens Weidmann, han cocinado en los últimos días una vieja nueva propuesta: nunca en los últimos 20 años Berlín habló tan alto y claro de unión política. Bruselas recogió ayer el guante con un ambicioso documento que busca reconstruir el edificio europeo: lanzó una propuesta que tantea los límites de la UE a la vista de que la parálisis ha debilitado al euro hasta extremos peligrosos. A cambio, siempre que se den pasos claros hacia esa unión política, elimina obstáculos para que Alemania empiece a abrir la mano en algunas cosas. Aunque ese camino, como casi siempre cuando se trata de Europa, está plagado de incógnitas.
Leer el artículo completo en el diario El País
Unión presupuestaria
El plan de rescate suave de Van Rompuy
El nuevo plan -muy esperado- del presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, para garantizar el futuro de la zona euro es, en comparación con versiones anteriores, "menos ambicioso" y ha sido "considerablemente revisado a la baja", indica el Financial Times. El diario económico explica que el plan, que defiende con claridad los eurobonos y la posible creación de un Tesoro Europeo, será debatido en el Consejo Europeo del 28 y 29 de junio. Así mismo, resalta que el anteproyecto:
proponía que las instituciones de la UE tuvieran poderes para reescribir los presupuestos nacionales, y recomendaba a los dirigentes de la eurozona utilizar los 500.000 millones de euros de los fondos de rescate para recapitalizar los bancos europeos. Mientras que los borradores de proyectos anteriores mostraban detalladamente las medidas a adoptar a corto plazo para responder a las actuales turbulencias del mercado, el proyecto presentado por Van Rompuy en la página web del Consejo Europeo muestra muchos menos detalles y no sugiere ningún calendario de ejecución.