“Cumbre insignificante”, titula el Handelsblatt, tras la reunión entre la UE y China celebrada el 20 de septiembre en Bruselas. La cita en la que se reúnen los delegados de la primera y de la tercera economías con más peso del mundo debería ser relevante, pero acabará sin ningún acuerdo significativo, según apunta el diario de Dusseldorf. Tras 15 años de discusiones sobre las mismas cuestiones ( la primera cumbre tuvo lugar en 1998) China siente que la relación se deteriora cada vez más por “la incapacidad de actuar de la UE. Van Rompuy simplemente no tiene nada que decir”.
Uno de los puntos calientes es la prohibición de exportar armas que la UE impuso tras la masacre de la plaza de Tiananmen, en 1989. El EUobserver señala que en su alocución inicial ante el presidente del Consejo de la UE, Herman Van Rompuy, y el presidente de la Comisión Europea, Jose Manuel Durao Barroso, Wen Jiabao manifestó directamente que la UE debería revocarla.
Tengo que ser franco tanto en relación al levantamiento del embargo de armas sobre China como a que sea reconocida como una economía de mercado. Hemos trabajado muy duro durante los últimos 10 años, pero ha sido difícil llegar a una solución al respecto. Lo lamento profundamente, pero espero y confío en que la UE sabrá aprovechar esta oportunidad y tomará la iniciativa para que pueda resolverse este asunto.
Sin embargo, el portal de actualidad ubicado en Bruselas subraya que, en la práctica, dicha prohibición ha conseguido burlarse:
Los países de la UE otorgaron licencias de exportación por valor de casi 218 millones de euros en equipos de defensa para China en 2010. Según los documentos de la UE, la mayor parte provino de Francia y de Reino Unido y estaba relacionada con componentes para vehículos aéreos o terrestres, misiles y más de 13 millones en "agentes tóxicos, químicos o biológicos, 'agentes de control de protestas' y material radioactivo".
El diario China Daily informa de que el primer ministro chino, Wen Jiabao, está alentando un tratado de inversión con la UE que asegure “que las compañías gocen de un clima legal favorable y de una política de inversión propicia”. Con los problemas económicos que está sufriendo Europa, el diario controlado por el Estado señala que
La UE es el principal socio económico de China, mientras que China es el segundo socio en materia de comercio y el primero en fuente de importaciones. El volumen de comercio alcanzó los 567.200 millones de dólares (435.500 millones de euros) en 2011 y Europa registró un incremento del 94,5% en inversiones chinas respecto al año anterior, hasta llegar a los 4.460 millones de dólares (3.420 millones de euros). Sin embargo, los vínculos empresariales también están sufriendo la crisis de la deuda de Europa, las exportaciones de China hacia Europa cayeron un 12,7% en agosto, con respecto a un año anterior, por tercer mes consecutivo.
Handelsblatt destaca que Pekín está también llamando a otras puertas dentro de la propia Europa, en primer lugar la de Alemania, siendo Berlín uno de sus mayores inversores y además dispuesto a compartir secretos tecnológicos:
En los círculos diplomáticos de Pekín se comenta que las altas instancias chinas preferirían que los alemanes estuviesen al frente de la UE. Por eso, aumenta la desconfianza del resto de los 26 Estados miembros: ¿está Alemania peleando por conseguir ventajas en su relación con China y prestando menos atención a los derechos humanos y, a cambio, invirtiendo más?