Cuando Otto von Bismark, el Canciller de Hierro de Alemania, arrebató el poder a la Iglesia católica en la recién unificada Alemania de la década de 1870, la lucha se denominó kulturkampf, la lucha por la cultura.
Esta batalla, basada en la idea de que ningún alemán que se preciara de serlo podría ser fiel a una autoridad religiosa extranjera con sede en Roma, se presentaba como un elemento impulsor para liberar y no para oprimir a los creyentes. Pero no llegó a ningún sitio. Los católicos intuyeron que tenía otra finalidad, apoyaron a su Pontífice y cuando les obligaron a elegir entre fe y fidelidad al Estado, a menudo eligieron la primera opción.
Una kulturkampf propia contra el uso del velo integral
Los franceses deberían tener en cuenta estas consideraciones ahora que comienza a legalizarse su propia kulturkampf contra el uso del velo integral, ya que un gran número de francesas han dejado claro que están más decididas, y no menos, a llevar en público el burka, o el nikab, ahora que corren el riesgo de ser detenidas.
La opinión británica no acaba de tomarse en serio la fuerza de la postura de Francia sobre este asunto, pues en muchas ocasiones se supone que la hostilidad al velo es una seña de los islamófobos de extrema derecha. Pero esto es un malentendido. Mucho más que Gran Bretaña, Francia conoce muy bien el significado del enfrentamiento religioso.
En la década de 1570, París literalmente fue inundada con la sangre de los protestantes masacrados y el consiguiente conflicto dividió el país durante generaciones. Al conocer cuánto ha sufrido Francia en manos de la religión, se comprende el consenso de izquierda y derecha sobre la necesidad de mantener el laicismo en la vida pública.
Los turbios cálculos electorales de Sarkozy
Es una pena que esta filosofía en muchos sentidos admirable se haya enredado en los turbios cálculos de un presidente acuciado por problemas mientras se prepara para la reelección en 2012, con unas deprimentes encuestas de votos como telón de fondo, algunas de las cuales le sitúan por detrás de Marine Le Pen, la candidata de la extrema derecha. También se sospecha que Nicolas Sarkozy podría incluso acceder a mantener enfrentamientos públicos sobre el velo con los musulmanes de la línea dura, al considerarles una fuente de votos. Si es así, estará jugando con fuego.
Muy pocas mujeres musulmanas en Francia llevan los velos integrales. Pero a muchas musulmanas francesas claramente les disgusta ver cómo se discrimina a su comunidad y existe el peligro de que la nueva prohibición al final sea contraproducente. Nos alegramos de que ningún partido en Gran Bretaña quiera que este país siga estos pasos.
Desde la década de 1980 y la financiarización de la economía, los actores financieros nos han mostrado que los vacíos legales esconden una oportunidad a corto plazo. ¿Cómo terminan los inversores ecológicos financiando a las grandes petroleras? ¿Qué papel puede desempeñar la prensa? Hemos hablado de todo esto y más con nuestros investigadores Stefano Valentino y Giorgio Michalopoulos, que desentrañan para Voxeurop el lado oscuro de las finanzas verdes; hazaña por la que han sido recompensados varias veces.
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