¡Falta el pasaporte Covid!
Desde la salida de las tropas americanas de Afganistán y la vuelta al poder de los talibanes miles de afganos intentan huir del país, mientras los gobiernos extranjeros organizan con una cierta confusión la evacuación de sus nacionales y colaboradores afganos. El puente aéreo situado en el aeropuerto de Kabul es “uno de los más importantes y difíciles de la historia”, declaró el presidente estadounidense Joe Biden.
En el momento en que los pasaportes sanitarios se extienden en Europa para limitar la propagación de la covid-19, numerosos países temen una situación similar a la vivida en 2015, cuando tuvieron que hacer frente a una gran cantidad de refugiados. Algunos países como Alemania, Países Bajos, Finlandia, Suecia y Noruega han suspendido las expulsiones de los solicitantes de asilo afganos, una medida respaldada por la Comisión Europea. Dinamarca, Bélgica, Eslovenia y los países del Grupo de Visegrado (Hungría, Polonia, República Checa y Eslovaquia) tienen una actitud más hostil.
En 2020, unos 40 000 afganos solicitaron asilo en Europa y, mientras tanto, las expulsiones hacia el país no se detuvieron, a pesar de la situación del país (más de 70 000 según Matteo Villa del ISPI). Entre 200 000 y 300 000 personas seguirían esperando una respuesta de las autoridades.
Desde la década de 1980 y la financiarización de la economía, los actores financieros nos han mostrado que los vacíos legales esconden una oportunidad a corto plazo. ¿Cómo terminan los inversores ecológicos financiando a las grandes petroleras? ¿Qué papel puede desempeñar la prensa? Hemos hablado de todo esto y más con nuestros investigadores Stefano Valentino y Giorgio Michalopoulos, que desentrañan para Voxeurop el lado oscuro de las finanzas verdes; hazaña por la que han sido recompensados varias veces.
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