Bandera rusa. Bandera ucraniana. Bandera europea.
¿Quién más se unirá a la mesa de negociaciones con Vladímir Putin, que ha movilizado cerca de 150 000 soldados rusos a las fronteras de Ucrania y exige que la OTAN se comprometa a no aprobar la adhesión de esta última? Después de la intervención de Emmanuel Macron en Moscú, esta semana le ha tocado al canciller alemán Olaf Scholz dirigirse al frente, primero a Kiev y luego a Moscú.
Tras su llegada a Kiev el 14 de febrero para encontrarse con el presidente ucraniano Volodímir Zelenski y brindarle su apoyo, el canciller alemán se reunió con Vladímir Putin al día siguiente. Tenía la delicada misión de mantener abiertas las vías de diálogo, reafirmando a la vez la amenaza de sanciones en caso de agresiones provenientes de Rusia. Por su parte, Estados Unidos recuerda a gritos la inminencia de la invasión.
Algunos consideran que la intervención de Scholz, que ha sido tachada de blanda en el caso ucraniano, constituye una de las últimas oportunidades para conservar la paz en la región. Pese a la amenaza de fuertes sanciones en caso de conflicto, Putin no ha revelado sus intenciones, afirmando a la vez que “las posibilidades de negociación están lejos de terminarse”.
Desde la década de 1980 y la financiarización de la economía, los actores financieros nos han mostrado que los vacíos legales esconden una oportunidad a corto plazo. ¿Cómo terminan los inversores ecológicos financiando a las grandes petroleras? ¿Qué papel puede desempeñar la prensa? Hemos hablado de todo esto y más con nuestros investigadores Stefano Valentino y Giorgio Michalopoulos, que desentrañan para Voxeurop el lado oscuro de las finanzas verdes; hazaña por la que han sido recompensados varias veces.
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