“Bueno, voy a arrodillarme y hacer como que me ato los cordones”.
Importado de Estados Unidos, donde se introdujo como símbolo de protesta contra la discriminación y el racismo que sufren los afroamericanos, el gesto que consiste en arrodillarse antes del inicio del partido ha llegado al continente durante la Eurocopa de fútbol.
Aquí también, “Taking the knee” (hincar la rodilla) ha adquirido un significado político: algunos equipos, como el de Inglaterra, Bélgica, Gales, Portugal, Escocia y Suiza, lo han adoptado como símbolo de protesta contra el racismo y la xenofobia, mientras que otros lo han descartado deliberadamente, como Croacia, Francia, Polonia y Hungría. Algunos de estos últimos han decidido señalar la inscripción de “respect” [respeto] situada en la manga izquierda de las camisetas de todos los equipos. Otros no se han pronunciado o han dado libertad a los jugadores para que elijan, como Italia o Alemania.
Tanto en los estadios, donde algunos aficionados han abucheado el gesto en varias ocasiones, como en política, parece que la decisión no logra la unanimidad en Europa.