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Calcular el volumen exacto de pescado capturado ilegalmente que entra en el mercado de la UE supone un desafío considerable. La pesca ilegal puede ser difícil de detectar, mientras que las capturas ilegales se hacen pasar por legales. Si bien la UE constituye el mercado pesquero más grande del mundo, que importa más del 60 % de sus productos de mar consumidos, uno de cada seis pescados que llegan a su territorio no se puede rastrear.
Cada año, Ghana es testigo de la captura y el comercio ilegal de aproximadamente 100 000 toneladas de pequeños peces pelágicos, principalmente la sardina, la caballa y el boquerón. Una porción considerable de esta pesca está destinada a la exportación, y el mercado europeo es uno de sus destinatarios. Si bien los pequeños peces pelágicos desempeñan un papel vital para la industria pesquera ghanesa — y por ende para su seguridad alimentaria y la economía nacional — sus poblaciones han disminuido drásticamente en aproximadamente un 80 % en las últimas dos décadas. Si no se actúa de manera inmediata, se espera que las poblaciones colapsen por completo en los próximos años.
Un factor importante de esta drástica disminución es la pesca ilegal llevada a cabo por arrastreros industriales. La mayoría de los buques pertenecen a empresas chinas, con una titularidad regida por “acuerdos de propiedad oscuros”. Samuel-Richard Bogobley, un experto de Hen Mpoano, una organización sin fines de lucro que defiende la gestión integrada de los ecosistemas costeros y marinos, explica que, tras la prohibición de arrastreros extranjeros en Ghana, las empresas pesqueras chinas comenzaron a utilizar compañías ghanesas como tapadera. Por lo general, organizaban acuerdos falsos de compra a plazos para buques pesqueros de propietarios chinos. Pese a sus acciones no autorizadas en Ghana, algunas de estas compañías cuentan con licencias de exportación de la UE, lo que les permite vender sus productos legalmente en el mercado europeo.
Ghana cuenta con unos 200 000 pescadores artesanales y aproximadamente 300 lugares de desembarque. La pesca marítima sirve como sustento para aproximadamente 2,7 millones de personas y contribuye a la seguridad alimentaria nacional. Los pescadores artesanales se concentran principalmente en pequeños peces pelágicos que se encuentran cerca de la orilla y en las capas superiores del mar abierto, donde pueden acceder con sus canoas de madera.
Ghana boasts around 200,000 artisanal fishers and approximately 300 landing sites. Marine fisheries serve as a livelihood for around 2.7 million people and contribute to the nation's food security. Artisanal fishermen primarily target small pelagic fish near the shore and in the open ocean's upper layers, accessible to their wooden canoes.
Si bien el gobierno ghanés ha tomado ciertas medidas para luchar contra la pesca ilegal, como una aplicación web para reportarla, esto no es suficiente para revertir la tendencia. La UE también podría contribuir más.
¿Cómo disminuyeron tanto las poblaciones de peces?
En 2002, Ghana estableció una zona costera exclusiva para pescadores artesanales que busca proteger las poblaciones de pequeños peces pelágicos. Pese a esto, los buques industriales con licencias para la pesca de peces de fondo continuaron con su actividad ilegal. Puesto que no pueden transportar los pequeños peces pelágicos capturados a la orilla, las compañías chinas venden su pesca en pleno mar a pequeños pescadores artesanales, que tienen la autorización legal para pescar estos peces y llevarlos a tierra. Esto se lleva a cabo mediante una práctica llamada saiko.
Bogobley explicó que esto permite a los arrastreros llevar a la orilla únicamente pesca legal junto con una proporción limitada de captura accesoria, incluyendo pequeños peces pelágicos, cumpliendo así con los requisitos de desembarque de las autoridades portuarias ghanesas. La práctica del saiko “se ha convertido en una industria en sí misma” en la que tanto los arrastreros como los pescadores artesanales son participantes activos, agregó. La pesca que ambos llevan a tierra legalmente se envía después al mercado europeo. Todo parece estar en orden.
Aunque la mayoría de las empresas son de propietarios chinos, también hay barcos y operadores europeos que están implicados en actividades ilegales en Ghana. Sin embargo, los buques pesqueros europeos son difíciles de rastrear, ya que suelen cambiar su pabellón por uno de un país externo a la UE.
Un ejemplo de cambio de pabellón es el mega arrastrero Franziska, perteneciente a la compañía neerlandesa Willem Van der Zwan en Zonen, que cuenta con una filial en Ghana. Este ha cambiado de pabellón varias veces, pasando del neerlandés al peruano entre 2009 y 2013, antes de volver a su pabellón neerlandés.
Por si fuera poco, los arrastreros europeos están exentos del impuesto sobre el combustible, lo que indirectamente cuesta a los ciudadanos europeos fondos que podrían invertirse de otra manera, por ejemplo, en la pesca sostenible. Entre 2010 y 2020, la flota pesquera europea se benefició de una exención del impuesto sobre el combustible de aproximadamente 15,7 €.
