Un proyecto de directiva europea sobre la higiene de los alimentos pone en peligro el tradicional speck austríaco, se inquieta Der Standard. Cuando se aplica el mismo grado de exigencia a los pequeños mataderos que a los mataderos industriales, la vida se vuelve imposible para los pequeños productores, ya que les obliga, independientemente del volumen de sacrificado, a "dejar una parte de la producción a disposición del veterinario o bien proceder al sacrificio y despiece de los animales en piezas separadas". Resultado: "700 empresas ya han suspendido sus actividades", al tiempo que los sacrificios en las granjas se ha reducido en un 80%, señala el periódico de Viena, beneficiando principalmente a las grandes empresas dedicadas al sacrificio de animales y a la "industria cárnica austríaca ".
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