El primer ministro portugués, Pedro Passos Coelho, ha presentado el presupuesto más austero desde la vuelta de la democracia al país en 1974. “Reducciones de salarios y aumento de impuestos para evitar el hundimiento del Estado social”, anuncia Público. “Cerca de un millón de personas serán privadas de las pagas extra de vacaciones y de Navidad”, que representan un decimotercer y decimocuarto mes de salario, titula el diario lisboeta. Las horas de trabajo van a aumentar en el sector privado, los días festivos serán menos numerosos, el IVA aumentará y la rebaja en el impuesto sobre la renta se reducirá. Passos Coelho ha justificado estas medidas “penosas” por el desequilibrio prespuestario de 3 billones de euros y con el objetivo de invertir la “espiral económica decreciente” de Portugal.
“El país ha asistido a uno de los mensajes más importantes y más dramáticos de los últimos años”, constata Público en su editorial. “El primer ministro ha confirmado a los portugueses que la batalla que libran va más allá de la superación de una crisis financiera. Lo que está en juego es una posible quiebra del país”.