“Gallina”
En el maletín: “El gobierno”. En la carpeta “Acuerdo sobre el clima”.
El miércoles 26 de mayo la justicia holandesa condenó al grupo petrolero Shell a reducir sus emisiones de CO2 un 45 % de aquí a 2030. Un tribunal de La Haya ha juzgado que el grupo Royal Dutch Shell (empresa matriz del grupo) también es responsable de las emisiones de sus clientes y suministradores.
El caso se llevó a la justicia tras la acusación de varias ONG medioambientales, entre las que se incluyen Greenpeace, ActionAid y Milieudefensie (una rama de Amigos de la Tierra). La iniciativa, denominada “el pueblo contra Shell”, se lanzó en 2018 y más de 17 000 holandeses se convirtieron en codemandantes.
El fallo podría convertirse en un caso de jurisprudencia para los tribunales de todo el mundo: “Se trata de una victoria aplastante para la justicia climática. Tenemos la esperanza de que este veredicto inicie una ola de juicios climáticos contra los grandes contaminantes para obligarlos a que dejen de extraer y de explotar combustibles fósiles. Es una victoria para los países del sur que actualmente se enfrentan a consecuencias climáticas devastadoras”, afirmó Sara Shaw de Amigos de la Tierra Internacional en un comunicado.