Más de 200 civiles palestinos (según fuentes palestinas), entre ellos 60 niños, han muerto en la Franja de Gaza y otros 20 en Cisjordania durante los bombardeos lanzados por el ejército israelí desde el 10 de mayo en respuesta a los ataques con cohetes disparados desde Gaza contra Israel por el movimiento islamista Hamás, que han provocado la muerte de 12 israelíes, entre ellas un niño.
El ataque de Hamás se produjo después de que cientos de manifestantes palestinos resultaran heridos en choques con la policía israelí en la Explanada de las Mezquitas en Jerusalén este. Protestaban contra la expulsión de familias palestinas en beneficio de colonos israelíes en este sector palestino ocupado por Israel desde hace más de 50 años, decidido por el gobierno de Benjamín Netanyahu.
El 18 de mayo los europeos, que hasta entonces no se habían pronunciado, han pedido «el cese inmediato de toda violencia y la puesta en marcha de un alto al fuego». La postura ha sido adoptada por 26 de los 27 Estados miembros — solo se opuso Hungría.