investigation Investigación sobre las finanzas verdes | Cuarta parte

En Indonesia, Michelin hace la vista gorda ante un desastre ambiental

En esta cuarta parte de nuestra investigación sobre el financiamiento de plantaciones de caucho en Indonesia organizado por Michelin, su socio indonesio y el BNP Paribas, mostraremos los estragos de una deforestación previa que sacrificó la fauna silvestre y la biodiversidad, y de la cual sus protagonistas estaban completamente al corriente.

Publicado en 24 noviembre 2022 a las 14:09

Capítulo 4

En los capítulos anteriores, revelamos cómo Michelin y los actores de la Tropical Landscapes Finance Facility (TLFF), la plataforma que emitió los bonos verdes utilizados por Michelin y su socio indonesio Barito Pacific para financiar el desarrollo de sus plantaciones de caucho (ver capítulos 1, 2 y 3), ocultaron y después minimizaron los estragos ecológicos causados sobre el terreno por Royal Lestari Utama (RLU). Esta última había desbrozado el bosque justo antes de que la empresa francesa se convirtiera en accionista minoritaria a finales de 2014 (en ese entonces, Barito era titular de un 51 % de la propiedad, y eventualmente, Michelin terminó comprando el 100 % en verano de 2022). 


👉 Capítulo 1: Cuando las finanzas verdes made in Europe recompensan la deforestación en Indonesia: el caso Michelin
👉 Capítulo 2: Cómo un proyecto criticado por su impacto ambiental se convirtió en la flor y nata de las finanzas verdes europeas
👉 Capítulo 3: Cómo Michelin y su socio indonesio eludieron las normas de los bonos verdes
👉 Capítulo 4: En Indonesia, Michelin hace la vista gorda ante un desastre ambiental

Tanto las opiniones de los expertos ambientales como los documentos consultados por Voxeurop permiten concluir que, en realidad, la zona transformada en plantaciones de caucho de manera industrial antes de que Michelin se convirtiera en accionista de RLU merecía preservarse. De hecho, formaba parte del amplio ecosistema forestal de Bukit Tigapuluh, también conocido bajo el nombre de “Thirty Hills” – Treinta Colinas.

Por lo tanto, la destrucción de este hábitat hace que el proyecto de Michelin y Barito no sea conforme con las normas internacionales que ambos socios se comprometieron a respetar cuando recurrieron a los bonos verdes para financiar su proyecto. Cabe recordar que a este último se le había dado inicio sobre el terreno mucho antes de que ambas partes formalizaran su colaboración a finales de 2014 (ver capítulo 3).  

Entre las provincias de Jambi y Riau (las más afectadas por la deforestación en Sumatra), la extensión verde de Bukit Tigapuluh incluye el parque nacional que lleva el mismo nombre, creado en 1995, al igual que los bosques circundantes – o al menos lo que hoy queda de ellos. Cuando Lestari Asri Jaya, filial local de RLU, obtuvo su autorización de desbroce en Jambi, estos representaban casi la mitad del ecosistema de Bukit. En 2010, su cobertura forestal total equivalía a 320 000 hectáreas (y un 20 % de estas se encontraba en el perímetro de la actual concesión de LAJ), habiendo ya perdido casi la mitad de las 622 000 registradas en 1985, según un informe de 2010 escrito de manera conjunta por varias ONG, incluyendo la sucursal indonesia del WWF.

Este mapa muestra la pérdida de área forestal (en rosa) en el ecosistema forestal de Bukit Tigapuluh (que se superpone a las provincias de Jambi y Riau) y en toda la isla de Sumatra entre 1985 y 2008 o 2009. | Fuente: Eyes on the Forest 

Bosques primarios o secundarios: un gran desafío

Barito Pacific logró infligir de la manera más legal posible del mundo un golpe fatal a los bosques primarios de esta región al sacar provecho del laxismo del marco regulador en Indonesia. Este no corresponde exactamente a la perspectiva de los científicos, que consideran como primarios todos los bosques que no se han desbrozado por completo y que luego vuelven a crecer, sin importar si se ven alterados de cualquier forma por intervenciones humanas. 

Sin embargo, la legislación indonesia, al igual que la definición de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), tienen una interpretación más restrictiva del bosque primario (1). Según estas, incluso los bosques ligeramente degradados por la explotación forestal selectiva (obtención de una pequeña cantidad de madera, que se debe distinguir de la tala rasa, para la cual se tala la mayoría de los árboles) forman parte de la categoría de bosques secundarios. 

Estos (a diferencia de los bosques primarios) no están protegidos por la moratoria de deforestación, aprobada apenas en 2011 por el presidente indonesio de ese entonces Bambang Susilo Yudhoyono (y prolongada desde ese momento por él y sus sucesores) (2).

“En Indonesia, una empresa puede solicitar una autorización para explotar, de manera selectiva, un bosque primario que después el gobierno podrá reetiquetar como secundario antes de conceder una licencia de desbroce. Es así como las empresas operadoras, como LAJ, pueden afirmar formalmente que no talan bosques primarios”, explicó a Voxeurop Matthew Hansen, investigador de teledetección del departamento de ciencias geográficas de la Universidad de Maryland. Hansen contribuyó al desarrollo de la mayor base de datos y de la metodología más sólida del mundo sobre la desaparición de los bosques primarios. El proceso que él describe es precisamente al que es posible que Barito recurriera. (3)

Antes de dar luz verde al desbroce de la empresa Lestari Asri Jaya y otras empresas similares, el ministerio indonesio de Medio Ambiente y Bosques solo autorizaba la explotación forestal selectiva en el ecosistema forestal de Bukit Tigapuluh. Eran los años noventa, la época en la que una parte de los bosques locales todavía se clasificaban como primarios. La mayor empresa de explotación forestal selectiva activa en la zona era Industries et Forest Asiatiques (IFA), que también era propiedad del grupo Barito Pacific, como lo descubrió Voxeurop. Barito Pacific era propietario de IFA por medio de su  empresa subsidiaria Barito Pacific Lumber, como lo prueba un acta notarial de 2020 descubierta por Voxeurop. 

Tras alcanzar su fecha de caducidad a principios de siglo, la concesión de aproximadamente 300 000 hectáreas se dividió progresivamente en múltiples concesiones de explotación intensiva (permitiendo de este modo la conversión de los bosques en producciones agrícolas). Entre ellas se encuentra precisamente la concesión de aproximadamente 62 000 hectáreas otorgada a LAJ en 2010, cuya sección arbórea se había “reclasificado como bosque secundario en 2008”, como lo afirmó a Voxeurop Johan Kieft, secretario general de la TLFF y experto técnico sénior del PNUMA para el uso de las tierras y la economía verde. De esta manera, Kieft confirmó implícitamente que LAJ hizo que el 20 % de la antigua zona de la IFA volviera a los bolsillos de Barito Pacific (una porción que aún poco antes se categorizaba como bosque primario), contando además con el derecho de desbroce. 

Mapa de la antigua concesión de explotación forestal selectiva de la empresa Industries et Forest Asiatiques (IFA) que se extendía significativamente a lo largo de bosques primarios y también pertenecía a Barito Pacific. Esta última superpuso sus concesiones actuales en Jambi, LAJ y WMW a esta zona, con una autorización de desbroce. | Fuente: Sociedad Zoológica de Frankfurt (FZS) y la Dirección General de recursos naturales y de conservación de los ecosistemas del ministerio indonesio de Medio Ambiente y Bosques 

Este historial se retomó en el informe de las ONG de 2010 mencionado anteriormente. Este cita un estudio realizado sobre el terreno en 2005 por la ONG local KKI Warsi y la Universidad Agrícola de Bogor, que había concluido que, si bien se habían explotado de manera selectiva, los bosques naturales de la exconcesión de IFA conservaban un volumen forestal con un potencial de almacenamiento de CO2 aún bastante elevado y que por lo tanto lo más lógico sería restaurarlos en lugar de convertirlos en plantaciones (4).

“Los bosques primarios explotados de manera selectiva y que por ende se categorizan legalmente como secundarios” – como los que LAJ taló de manera definitiva – “todavía son capaces de proveer una biodiversidad considerable y pozos de carbono”, corrobora Hansen.

“Los bosques degradados pueden recuperarse naturalmente o mediante una restauración asistida y volver a su estado de bosque primario”, explica también el departamento de bosques de la FAO. 

"Nuestros análisis muestran que antes de atribuirse a LAJ, la zona contaba con un bosque natural denso con árboles antiguos, aun cuando no estaba completamente intacto y quizá no se calificaba como primario según las normas indonesias”, indicó a Voxeurop Elizabeth Goldberg, encargada de Global Forest Watch (GFW), un mapa interactivo que rastrea la pérdida de bosques primarios a través del mundo desde 2001, independientemente de su reclasificación según las leyes nacionales.

Mapa 1
Mapa 2
Mapa 3. Disminución de la cobertura forestal en el perímetro de las concesiones actuales de LAJ y WMW: en 2001 (Mapa 1), el gobierno todavía calificaba la zona como bosque primario; en 2009 (Mapa 2), antes de que se concediera la licencia de explotación intensiva (conversión de los bosques en producciones agrícolas), la zona se reclasificó como bosque secundario (desde 2008); en 2015 (Mapa 3), la zona perdió casi toda su cobertura forestal después del desbroce industrial.

Sobre el terreno, los habitantes de las zonas deforestadas confirman lo que muestran las observaciones por satélite y los mapas interactivos. Sumbasri, un granjero que ha vivido desde 1975 en la localidad de Pemayungan, hoy ubicada justo al frente de las plantaciones de caucho de RLU, explicó a los periodistas de la revista Tempo que “antes del desbroce llevado a cabo por LAJ en su concesión, todavía había un bosque, si bien no era muy denso, puesto que ya IFA había talado los árboles más grandes”.

Sumbasri en la localidad de Pemayungan, en febrero de 2022. | Foto: Raymond Epu/Tempo

El informe de la empresa de auditoría TFT/Earthworm solicitado por Michelin (ver capítulo 2) concluyó que el desbroce industrial de los bosques en la concesión también había abarcado zonas de alto valor de biodiversidad a lo largo del parque nacional Bukit Tigapuluh que deberían haberse protegido.  

Incluso el director de asuntos públicos de Michelin pone en tela de juicio implícitamente la fiabilidad del estudio de impacto ambiental aprobado por el gobierno de Yakarta en 2009, que pareciera haber autorizado a Lestari Asri Jaya a destruir ecosistemas valiosos aunque degradados. “Descubrimos un bosque de gran valor en una zona donde [según el plan de explotación de LAJ] solo tenía que haber arbustos que se pudieran desbrozar. Tuvimos que cambiar de planes para proteger esta área”, declaró Hervé Deguine para Voxeurop con respecto al período posterior a la firma de la empresa conjunta con Barito Pacific, antes del cual Michelin solo pudo presenciar pasivamente la deforestación industrial.

Los indicadores (en turquesa) señalan las actividades de deforestación industrial constatadas por la empresa de asesoramiento ambiental TFT/Earthworm en la auditoría solicitada por Michelin. Se ubican en las partes desbrozadas por RLU (en morado) dentro de las concesiones de LAJ (en rojo), en especial en las áreas de alto valor de conservación – AVC (en verde claro), incluyendo las que están al margen del bosque contiguo (en verde oscuro) en el parque nacional de Bukit Tigapuluh. | Fuente: MapHubs/MightyEarth y Daemeter/Remark

Por otra parte, en 2007 el mismo gobierno indonesio reconoció en sus planes de conservación (5) que la protección de los hábitats como Bukit Tigapuluh era crucial para salvar a los animales en alto riesgo de extinción como el tigre, el elefante y el orangután de Sumatra. Los tres se encuentran en la lista roja de especies críticamente amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) y han disminuido sin tregua en Sumatra, según las cifras citadas en un estudio reciente de la Universidad Agrícola de Bogor. 

Estos mamíferos prefieren vivir en la selva tropical de las tierras bajas, que están menos protegidas porque se encuentran fuera de los parques nacionales. Estos últimos, al ser a menudo montañosos, como Bukit Tigapuluh, son más difíciles de acceder para los animales.

En 2008, la Oficina del Parque Nacional y la Agencia Indonesia para la Conservación de la Naturaleza (BKSDA) habían aceptado la delimitación propuesta por las ONG (incluida la sucursal indonesia del WWF) que buscaba expandir el espacio forestal protegido: de las 143 223 hectáreas del parque nacional a un total de 348 084 hectáreas que incluyen los bosques circundantes. En 2009, las ONG (como el WWF) y las administraciones locales concertaron un plan de implementación desarrollado por la Sociedad Zoológica de Frankfurt (FZS). También fue aprobado oficialmente por la Dirección General de recursos naturales y de conservación de los ecosistemas del ministerio de Medio Ambiente y Bosques. Por su parte, las ONG involucradas insisten en que el ministerio revoque las licencias de explotación comercial en el perímetro que debe protegerse (en particular las que surgieron de la división de la superficie la de IFA, incluida LAJ). 

No obstante, pese a estos compromisos, abordados incluso a nivel internacional, el gobierno indonesio cedió a los intereses económicos: la zona que debería haberse llamado “Ecosistema de Bukit Tigapuluh” nunca vio la luz y quedó a la merced de las actividades de desbroce.

Ecosistema de Bukit Tigapuluh: una expansión del parque nacional homónimo a los bosques circundantes, como se indica en el plan de implementación avalado por las autoridades indonesias en 2009, incluyendo las zonas que después se situarían en las concesiones de LAJ y WMW en 2010.  | Fuente: Sociedad Zoológica de Frankfurt (FZS) y la Dirección General de recursos naturales y de conservación de los ecosistemas del ministerio indonesio de Medio Ambiente y Bosques

Zonas fuera del parque nacional Bukit Tigapuluh identificadas como bosques de alta biodiversidad (en verde) en el Plan de implementación del Ecosistema de Bukit Tigapuluh, avalado por las autoridades indonesias en 2009. Se suponía que estas zonas debían incorporarse al ecosistema y protegerse contra el desbroce, incluyendo las que después pasarían a formar parte de las concesiones de LAJ/WMW en 2010. | Fuente: Sociedad Zoológica de Frankfurt (FZS) y la Dirección General de recursos naturales y de conservación de los ecosistemas del ministerio indonesio de Medio Ambiente y Bosques
Ecosistema forestal de Bukit Tigapuluh en 2010 – Los bosques exteriores al parque nacional (demarcado en azul) se ubican en múltiples concesiones (en rojo) que al final obtuvieron una autorización de desbroce, incluyendo la de LAJ | Fuente: Eyes on the Forest 2010

Contrariamente a la lítote publicada en respuesta al informe crítico de Mighty Earth, Royal Lestari terminó reconociendo por su propia cuenta en el informe de sostenibilidad de 2020 que la concesión LAJ incluye “una zona de ecosistema esencial [...] en la que la fauna silvestre merodea con libertad” y finalmente anunció una gestión sostenible de la zona en colaboración con la BKSDA y la oficina del parque nacional (10 años después de la petición realizada por las ONG). Sin embargo, es una lástima que este reconocimiento de los hechos ocurriera después de la destrucción y el reemplazo con plantaciones de caucho de casi todo el bosque que bordeaba el parque Bukit Tigapuluh. 

Mapa de la zona ecosistémica esencial (Kawasan Ekosistem Esensial, KEE) de Bukit Tigapuluh, acordado en 2020 por RLU, WWF, el parque nacional y la Agencia Indonesia para la Conservación de la Naturaleza (BKSDA), que abarca un área muy reducida en comparación con el espacio forestal existente antes del desbroce realizado por LAJ y cubierta casi en su totalidad por plantaciones de caucho (en amarillo). | Fuente: WWF Indonésie

Para Alex Wijeratna, director de campaña de la ONG medioambiental Mighty Earth, “RLU parece definir la misma zona forestal contigua ya sea como degradada o como esencial dependiendo de si su objetivo es convencer a los inversionistas de que no valía la pena proteger la parte desbrozada de manera industrial o persuadirlos de que valió la pena invertir su dinero en la protección de los árboles que quedaban”.

Sin embargo, el ecosistema siempre constituyó un todo, tanto antes como después de la creación de la empresa conjunta y de la emisión de los bonos, como lo confirma el atlas del PNUMA sobre las zonas importantes para la biodiversidad mundial, disponible en la plataforma Global Forest Watch. Este atlas incluye el bosque en decadencia de Jambi entre los últimos refugios para los animales de la lista roja de especies amenazadas de la UICN.

Chetan Kumar, coordinador de programas sénior de la UICN, deseó indicar a Voxeurop que la política de esta no solo “se concentra en la protección de los bosques primarios, sino también en la necesidad de evitar la pérdida y asegurar la restauración de los bosques degradados que pueden ofrecer hábitats a especies específicas, como los elefantes de Sumatra”.

Cultivos de caucho que recortaron el hábitat de los elefantes

El límite noreste de la concesión Lestari Asri Jaya (LAJ) forma un paisaje de biodiversidad homogénea con el parque nacional de Bukit Tigapuluh, que alberga una población significativa de elefantes, así como de tigres – que encuentran en este territorio uno de los paisajes prioritarios mundiales para su conservación – y de orangutanes. A estos últimos se los introdujo mediante un programa que abarca, desde 2001, una buena parte de la isla de Sumatra y principalmente el ecosistema de Bukit Tigapuluh.

“El bosque secundario talado por LAJ formaba parte del hábitat principal de los elefantes y de otros grandes mamíferos, debido a su muy elevada densidad alimentaria”, explicó un experto en conservación que fue testigo de las operaciones de desbroce y que prefirió permanecer anónimo. 

RLU/LAJ se centró específicamente en el bosque dentro de la porción de la concesión de LAJ denominada bloque 4, ubicada en el extremo sureste de la concesión, al margen del parque nacional.

“El bloque 4 de la concesión de LAJ [ver siguiente mapa], en particular, es un corredor vital para los elefantes al que estos llegan a alimentarse mientras transitan entre las áreas de conservación localizadas fuera de la concesión de la empresa”, declaró nuestra fuente anónima especializada en conservación, evocando el importante papel que desempeña esta zona en su condición de puente entre el parque nacional y las dos concesiones para la restauración del ecosistema administrado por el WWF entre 2015 y 2020, antes de cesar su colaboración con RLU (ver capítulo 1). “Los elefantes utilizan este camino porque no pueden pasar ni por el norte, donde el parque es muy escarpado, ni por el sur, donde encontrarían zonas densamente pobladas".

En verde oscuro, el corredor de tránsito de los animales que conecta el parque nacional Bukit Tigapuluh con las concesiones de restauración del ecosistema (PT Alam Bukit Tigapuluh – ABT), que se cruza con el bloque 4 de la concesión de LAJ al borde del parque. Los puntos indican los avistamientos de orangutanes, (en naranja), elefantes de Sumatra(en negro) y tigres de Sumatra (en rojo). WWF administró las concesiones de ABT entre 2015 y 2020, cuando puso fin a su colaboración con Royal Lestari Utama. | Fuente: Mighty Earth/MapHubs

Según los cálculos de Leo Bottrill, director general de la empresa de tecnología geoespacial MapHubs, parece que el ecosistema de los elefantes en el borde del parque nacional perdió 2590 hectáreas de árboles (de un total de 3232 en el bloque 4) entre abril de 2012 y enero de 2015 a causa del desbroce industrial. Esto cedió el paso a la mayoría (59 %) de los árboles de caucho que ya se habían plantado en la concesión de LAJ para cuando Michelin intervino oficialmente, a inicios de 2015 (ver capítulo 1).

Bottrill estima que RLU parece haber desbrozado también 3852 hectáreas en el bloque 1 de la misma concesión, en el borde de la zona protegida de Limau (en la esquina noroeste de lo que habría debido ser el Ecosistema de Bukit Tigapuluh), y 1384 hectáreas en la pequeña concesión de WMW. 

Algunos activistas de la conservación de la naturaleza que trabajan sobre el terreno explicaron de manera anónima a Voxeurop cómo parece haberse dado todo en el lugar. Según ellos, Royal Lestari Utama descuidó la protección del hábitat de los elefantes y continuó con los agronegocios rutinarios tras bastidores (incluso después de la incorporación de Michelin al grupo). Su relato rasga el velo de silencio impuesto por RLU mediante cláusulas de confidencialidad a las ONG involucradas en los diferentes programas de conservación en Jambi, como el WWF, que habían luchado sin éxito por la creación del gran espacio protegido de Bukit Tigapuluh acordado sobre el papel con las autoridades indonesias en 2009.

Desde la reunión en el ministerio de Medio Ambiente y Bosques sobre la gestión del territorio en noviembre de 2010, y en las interacciones subsecuentes con LAJ (que ya para ese momento había obtenido su autorización de desbroce), estas ONG presentaron varios estudios respaldados por datos de la BKSDA. Esta información mostró la relevancia del bosque y de las zonas arbustivas dentro de la concesión no solo para los elefantes, sino también para los tigres y los orangutanes. 

Presencia significativa de elefantes indicada en el plan de implementación del Ecosistema de Bukit Tigapuluh, avalado por las autoridades indonesias en 2009. Los elefantes están concentrados en la parte del ecosistema que después se superpuso con el bloque 4 de la concesión de LAJ. | Fuente: Sociedad Zoológica de Frankfurt (FZS) y la Dirección General de recursos naturales y de conservación de los ecosistemas del ministerio indonesio de Medio Ambiente y Bosques

Al principio, Royal Lestari había prometido que la mayor parte del bosque secundario del bloque 4 permanecería intacta o no se sometería a una explotación selectiva y que permitiría que volviese a crecer. Sin embargo, la conversión del hábitat de la fauna silvestre en un monocultivo de árboles de caucho comenzó poco después. En 2013, se comenzó a expulsar a los elefantes y a otros animales de las plantaciones del bloque 4, lo que aumentó los conflictos entre humanos y fauna en las localidades y los terrenos agrícolas de pequeños agricultores en los alrededores. 

Autopsia de una elefanta envenenada cerca del bloque 4 de la concesión de LAJ, al borde del parque nacional Bukit Tigapuluh. Sin fecha. | Fuente: Frankfurt Zoological Society / Alexander Moßbrucker & Albert Tetanus
Foto de Sarmani (sentado, con corbata), un habitante de la localidad de Muara Sekalo, fallecido el 31 de diciembre de 2021 después de haber sido atacado por un elefante. | Foto: Abdul Manan/Tempo 

LAJ contribuyó indirectamente a una deforestación adicional y a una pérdida de biodiversidad en la región al facilitar el desbroce no industrial (ocasionado por personas que explotaron el territorio de manera ilegal). Para extraer los árboles cortados, se construyeron caminos en zonas forestales que antes se encontraban alejadas, hasta el parque nacional de Bukit Tigapuluh. Según el informe de Mighty Earth, los caminos anteriores se reestructuraron, y también se crearon nuevos entre abril de 2012 y 2015, abarcando con esto más de 100 km. 

Esto abrió acceso a los agricultores y también a los leñadores ilegales (en su mayoría especuladores de tierras “inmigrantes” de otras regiones de Indonesia) y a los cazadores furtivos. No solo se infiltraron a la concesión misma de LAJ, sino también a las zonas forestales adyacentes, sobre las que los agentes de seguridad de la empresa no ejercen casi ninguna vigilancia. De esta forma, la deforestación no industrial, equivalente a 30 000 hectáreas (más del 70 % del área forestal de la concesión, que cubría 42 000 hectáreas en 2009), progresó de manera paralela a la deforestación industrial (el 20 % del área), como lo muestra la cronología cartográfica de Leo Bottrill.

Zonas de desbroce industrial (tonos morados) y de desbroce no industrial realizado de manera ilegal (tonos naranjas) en las concesiones de RLU entre 2009 y 2015. | Fuente: Mighty Earth/MapHubs 

La deforestación industrial llevada a cabo por RLU y la no industrial realizada por productores ilegales en la concesión de LAJ alcanzó su punto álgido durante el período entre la aprobación de la autorización de desbroce (en 2010) y la formación de la empresa conjunta entre Barito y Michelin (a finales de 2014) que dio lugar a sus respectivas políticas de no deforestación. | Fuente: Nusantara Atlas, Greenpeace Indonesia, TLFF

En un correo dirigido a Mighty Earth y citado en el informe de 2020 de la ONG, Michelin minimizó el impacto de las obras de RLU, declarando que la deforestación de los lugareños solo debía imputarse a la “autorización de abrir un corredor vial [...] en la zona [LAJ 4]” (6), concedida por el gobierno a la sociedad vecina Asia Pulp & Paper (APP) del grupo Sinar Mas. 

No obstante, Michelin olvidó mencionar que la misma Lestari Asri Jaya también había utilizado esta ruta estratégicamente para entregar a aserraderos cercanos, como se indica en un informe escrito de manera conjunta por el WWF y la ONG local KKI WARSI, la madera recolectada desde 2010 en su propia concesión durante el desbroce industrial que dio paso a las plantaciones de árboles de caucho. Así, LAJ/RLU vendía la madera cortada deforestando las tierras que luego se destinarían a recibir árboles de caucho. Entre sus clientes también se encontraban las fábricas de pasta de celulosa de la misma APP, según una carta firmada por varias ONG locales.

En su informe de 2010 anteriormente mencionado, las ONG habían denunciado en hecho de que, en julio de 2007, APP hubiese comenzado a construir una carretera de 82 km a través del bosque al borde del parque nacional Bukit Tigapuluh, de una manera completamente ilegal (sin ningún estudio de impacto ambiental, que se aprobaría apenas unos meses después). Esto se realizó precisamente para conectar las concesiones de sus socios con sus fábricas de pasta de celulosa y transportar su madera, incluyendo la concesión de LAJ (que conseguiría una autorización gubernamental de explotación poco después).

Carretera principal del corredor de explotación forestal de Asia Pulp & Paper (APP) que atraviesa el bosque natural dentro de la antigua concesión de explotación forestal selectiva IFA, hoy bloque IV de la concesión de Lestari Asri Jaya, en abril de 2010 | Fuente Heriyadi Asyari/Doc. KKI WARSI.
Transporte de madera cortada en la concesión de LAJ, en febrero de 2022. | Foto: Abdul Manan/Tempo
Recorrido (en azul celeste) de la carretera construida por Asia Pulp & Paper (APP) a lo largo de las concesiones de LAJ y WMW al borde del parque nacional de Bukit Tigapuluh, que todavía contaba con bosques a inicios de 2010, justo antes de las operaciones de desbroce industrial. | Fuente: Eyes on the Forest 2010

“Cuando obtuvo la concesión, LAJ/RLU ganaba dinero esencialmente mediante la venta de madera de alto valor añadido, por lo que necesitaba desbrozar el bosque”, afirma Alex Wijeratna de Mighty Earth. “Es solo cuando Michelin se reunió con la empresa y la asesoró que comenzó a implementar con seriedad una actividad de caucho”, concluye.

Por lo tanto, RLU/LAJ pudo matar dos pájaros de un solo tiro: por un lado, vendió los árboles cortados en su concesión y, por otro lado, cultivó caucho en las tierras que se habían talado y desbrozado. La deforestación tan solo cesó después de la firma de la empresa conjunta entre Barito Pacific y Michelin, y de la publicación inmediata de sus respectivas políticas de no deforestación – quizá ya muy tarde para protegerlas de las sospechas de greenwashing que gravitan en torno a su iniciativa.

Fin del capítulo 4

En el próximo capítulo de esta investigación mostraremos que la incorporación de Michelin a la partida en 2015 no contribuyó a mejorar la situación desde un punto de vista ambiental como se había comprometido a hacerlo, ni a reparar los daños provocados tanto a la flora y a la fauna como a las comunidades humanas a través de la deforestación masiva realizada por su socio. 


Notas

1) La FAO define el bosque primario como un “bosque regenerado naturalmente de especies arbóreas autóctonas, donde no hay indicios claramente visibles de actividades humanas y los procesos ecológicos no han sido perturbados de manera significativa”.

2) La moratoria sobre la deforestación se prolongó hasta 2015 y se hizo permanente en 2019.

3) Un estudio de la Universidad de Maryland reveló que más del 90 % de los bosques primarios en Indonesia terminaron siendo talados por completo después de haber sido degradados por una primera intervención humana, como la tala selectiva. Dado que las autoridades de Yakarta los consideraron entonces como secundarios, estos bosques no fueron protegidos. Por consiguiente, para 2015, el país solo había declarado a la FAO la mitad de la pérdida de sus bosques primarios.

4) Darusman, D., Bahruni, Siswoyo & Trison, S. (2006) Final Report: Valuation of Forest Resources in Area of ex PT. Industries et Forest Asiatique (IFA), West part of Bukit Tigapuluh National Park. Cooperation between KKI Warsi & Laboratory of Forest Policy, Economic and Social Faculty of Forestry, Bogor Agricultural University. 

5) Departemen Kehutanan (2007) Strategi dan Rencana Aksi Konservasi Harimau Sumatera (Panthera tigris sumatrae) 2007-2017. Departemen Kehutanan (2007) Strategi dan Rencana Aksi Konservasi Orangutan Indonesia 2007-2017. Departemen Kehutanan (2007) Strategi dan Rencana Aksi Konservasi Gajah Sumatera dan Gajah Kalimantan 2007-2017.

6) Correo de Hervé Deguine, director de asuntos públicos de Michelin, para Mighty Earth, enviado el 7 de julio de 2020.

👉 Glosario y metodologia
👉 Capítulo 1: Cuando las finanzas verdes made in Europe recompensan la deforestación en Indonesia: el caso Michelin
👉 Capítulo 2: Cómo un proyecto criticado por su impacto ambiental se convirtió en la flor y nata de las finanzas verdes europeas
👉 Capítulo 3: Cómo Michelin y su socio indonesio eludieron las normas de los bonos verdes

La realización de este artículo fue subvencionada por el fondo Investigative Journalism for Europe (IJ4EU). El trabajo de campo en Indonesia llevado a cabo por nuestro socio de medios Tempo fue subvencionado por la Global Initiative Against Transnational Organized Crime.

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