Reportaje Solidaridad en las fronteras

En la ruta de los Balcanes, los supervivientes de las guerras del ayer ayudan a los migrantes de hoy en día

En un país devastado por la guerra en el pasado y que todavía está lidiando con sus propias cicatrices, muchos bosnios están mostrando su solidaridad a quienes están huyendo de las guerras y adversidades de la actualidad, pese a la resistencia de las autoridades y la indiferencia del público.

Publicado en 16 marzo 2023 a las 10:35

“Sé lo que significa sentirse invisible”, expresó Lejla, de 42 años, cuando nos encontramos en un café cerca del río Una, en la ciudad de Bihać, Bosnia y Herzegovina. El curso del río Una marca diferentes secciones de la frontera con Croacia antes de encontrarse con el río Sava, que eventualmente desemboca en el Danubio.

Esta misma frontera ha estado dejando a miles de personas atascadas en el país en medio de su intento de llegar a Europa a través de los Balcanes. En 1992, a inicios de la guerra de Bosnia, Lejla, que en ese entonces tenía 12 años, tuvo que huir con su familia. Cuando dejaron su hogar en Stolac, en Herzegovina, Lejla recuerda haberse llevado solo una muñeca Barbie consigo.

Pero lo que se suponía que serían solo dos semanas lejos de casa se convirtió en varios años de vida como refugiados, en Montenegro y después en Alemania. Después de la guerra, regresaron a su país de origen; su piso había sido saqueado, y eventualmente se asentaron en Bihać. “Siempre hago contacto visual cuando conozco a un migrante”, explica Lejla, que ahora trabaja como profesora de alemán, “se sienten como yo en aquel entonces, aunque sé que la mayoría cargan con un pasado más pesado”.

La mayoría de las personas a las que se refiere Lejla, que vagan por las calles de Bihać en un limbo temporal, vienen de Afganistán y Pakistán, aunque muchas son de otros países, como Irán, Iraq o Siria. Han huido de guerras, persecuciones o adversidades, y aspiran a una vida digna. Pero se topan con otro desafío justo en el umbral de Europa.

Lejla posa para una foto en Bihać, Bosnia y Herzegovina. | Foto: Chiara Fabbro
Lejla posa para una foto en Bihać, Bosnia y Herzegovina. | Foto: Chiara Fabbro

Para ingresar, necesitan hacer múltiples intentos, en lo que se conoce como el “juego”, debido a los repetidos rechazos, por lo general violentos, de la policía croata.

En tránsito

Al principio, la actitud hacia la presencia de los migrantes fue relativamente cálida, cuando la ruta de migración de los Balcanes comenzó a atravesar Bosnia y Herzegovina en 2018, pero las cosas se han deteriorado parcialmente con el tiempo. Hay reacciones mezcladas, en un país con una historia reciente muy compleja, con recuerdos aún vívidos de la guerra de los años noventa.

Azra, una mujer bosnia de 62 años que luchó en la guerra, ahora ayuda a los migrantes en tránsito que atraviesan Sarajevo.


Recibe lo mejor del periodismo europeo en tu correo electrónico todos los jueves

Cuando estalló la guerra, Azra y su familia dejaron su hogar y escaparon hacia las montañas. Al principio pensaron que esto duraría poco tiempo. Azra decidió alistarse en el ejército y, un año después, abandonó su refugio en las montañas, caminó sola por cinco días y regresó a Sarajevo.  Recuerda que después de la guerra muchos se sentían perdidos y tomaron la vía del alcohol y las drogas o incluso acabaron con sus propias vidas. Azra se preguntó durante un largo tiempo por qué había sobrevivido. Comenzó a reconstruir su hogar familiar, que había sido bombardeado, y recurrió a la religión, tomando la decisión de dedicar su vida a ayudar a los demás.

Desde 2018, Azra ha estado apoyando a los migrantes que atraviesan Sarajevo. Recolecta donativos de los lugareños y distribuye comida y ropa a quienes necesitan apoyo. Con el tiempo, Azra se ha convertido en una presencia importante para muchos.

Sarajevo es un punto de tránsito para la mayoría de los migrantes que ingresan a Bosnia y Herzegovina. A veces pasan un breve período o un invierno entero ahí antes de continuar con su viaje hacia Europa. Quienes llegan de Serbia suelen pasar por Tuzla, donde se ha formado una comunidad local de migrantes.

En la frontera

Cuando alcanzan el área fronteriza, la mayoría de los migrantes se concentran en o alrededor de las ciudades de Bihać y Velika Kladuša. Una parte de la comunidad local no está contenta con cómo se ha manejado la situación, ya que algunos de los lugares donde hombres y familias han encontrado refugio están cerca de zonas residenciales. Este descontento ha resultado en varias manifestaciones a lo largo de los años y la administración ha impuesto desalojos regulares para transferir a las personas a centros oficiales de acogida. No obstante, estos suelen ofrecer condiciones de vida muy precarias, sobre todo en lo que se refiere a los campos para hombres, y se encuentran muy lejos de la frontera, lo que significa que las personas terminarán regresando a donde estaban antes.

En uno de estos edificios abandonados, un asilo de ancianos a medio terminar que data de la Yugoslavia socialista, la presencia de una mujer rubia se destaca entre cientos d…

¿Eres un medio de comunicación, una empresa o una organización? Consulta nuestros servicios editoriales y de traducción multilingüe.

Apoya el periodismo europeo independiente

La democracia europea necesita prensa independiente. Voxeurop te necesita a ti. ¡Únete a nosotros!

Sobre el mismo tema