Desde su comienzo el 27 de septiembre, los enfrentamientos entre las fuerzas armadas de Azerbaiyán y las de Armenia en y cerca de Nagorno Karabaj (un enclave reivindicado por Ereván y situado en el territorio azerí), han cobrado las vidas de casi 150 víctimas civiles y de un número indeterminado de militares de ambos bandos.

Rusia y Turquía, las potencias tutelares de Armenia y Azerbaiyán respectivamente, intervinieron en estos países para calmar las tensiones y evitar verse involucrados en el conflicto. Por su lado, los representantes del Grupo de Minsk de la OSCE, encargado de las negociaciones de paz en la región desde el primer conflicto (1992 – 1994), pidieron un alto el fuego.

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