Este artículo es sólo para miembros de Voxeurop
Las últimas encuestas sobre la actitud de los bielorrusos ante la guerra ruso-ucraniana son preocupantes, aunque no sorprendentes. En una situación en la que los medios independientes de nuestro país están prácticamente destruidos, no habría podido ser de otra manera.
De hecho, los datos son lamentables: el 21,1 % y el 20,3 % de las personas encuestadas aprueban respectivamente todas o casi todas las acciones de Rusia en esta guerra. Así, las simpatías del 41,3 % de los bielorrusos en septiembre de este año se sitúan junto al Kremlin, que está llevando a cabo una guerra agresiva contra su vecino.
Aun así, la mayoría de personas se posicionan en contra de las maniobras de Rusia: el 34,6 % y el 12,7 % están, respectivamente, en completo o parcial desacuerdo; es decir, el 47,3 % en total. Sin embargo, la dinámica que se observa es preocupante.
En marzo de este año, un 61,8 % estaba en contra de que el ejército ruso usase el territorio bielorruso y sus infraestructuras militares para llevar a cabo hostilidades. En septiembre, solo el 51,4 % se posicionaba en contra. Si en mayo del 2022 el 50,3 % de los encuestados simpatizaba con Ucrania, en septiembre solo lo hace el 33,9 %. Y el 32 % simpatiza hoy con Rusia, mientras que en mayo suponían el 21,1 %.
Aunque en marzo y mayo el porcentaje de personas que estaban total o parcialmente en contra de la participación del ejército bielorruso en la guerra ascendía, respectivamente, al 85 % y al 85,1 %; en septiembre, solo el 80,9 % de los encuestados estaba en contra. Y el 9,5 % de las personas encuestadas están a favor.
Es innegable que el apoyo a Ucrania en nuestra sociedad ha disminuido visiblemente durante el verano. Además, los bielorrusos empiezan a dudar cada vez más sobre la postura que deberían adoptar en este conflicto.
Las razones de estos cambios están claras: Rusia ha ocupado el espacio mediático bielorruso. El "mundo ruso" ha invadido la mente de los bielorrusos mediante programas televisivos y páginas de medios estatales. Ya hace mucho tiempo que la propaganda del régimen ha dejado de ser pro-Bielorrusia y que repite con fervor los discursos del Kremlin.
La sociedad está sometida a una increíble presión propagandística desde hace más de seis meses. Como no hay otras fuentes de información, muchos bielorrusos confían en lo que les cuentan desde sus pantallas. Y poco a poco van apareciendo las dudas, pues una parte considerable de la sociedad sigue creyendo que los medios de comunicación no pueden mentir tan descaradamente.
Sin embargo, estos ignoran que lo que el resto del mundo considera medios de comunicación en nuestro país ha desaparecido desde hace mucho tiempo. Todo lo que anega las mentes de los ciudadanos bielorrusos no proviene de los medios de comunicación, sino de una poderosa máquina propagandística, gestionada, además, principalmente desde Moscú y no desde Minsk.
Los cambios de opinión de los bielorrusos que han revelado…