Cómo es que no se ha producido un asalto a la Bastilla del Gran Petróleo tras el gigantesco vertido de una de las mayores catástrofes ecológicas de la historia de Estados Unidos? ¿Por qué no se afrontan los problemas más urgentes de nuestra época -las crisis ecológicas y el cambio climático- con la misma energía, el mismo idealismo, el mismo entusiasmo, optimismo y espíritu democrático progresista que las anteriores tragedias de la pobreza, la tiranía y la guerra? ¿Se conmemorará retrospectivamente a Deep Water Horizon como el octubre rojo ecológico del capitalismo del Gran Petróleo? De hecho, el estado de la industria petrolífera recuerda al ancien régime poco antes de que se viniera abajo.
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